martes, 29 de mayo de 2012

28 de junio de 1966: El día que apuraron a la tortuga

Historias necesariamente irrepetibles.

tortuga

28 de junio de 1966: El día que apuraron a la tortuga


En la madrugada del 28 de junio de 1966 el presidente constitucional Arturo Umberto Illia (1900-1983) se encontraba en la Casa de Gobierno acompañado de ministros, colaboradores, senadores y diputados nacionales de su partido. A las cinco de la mañana ingresó el general golpista Julio Alsogaray, el jefe de la Casa Militar, brigadier Rodolfo Pío Otero, el coronel Luis Perlinger y un grupo de oficiales. Venían a pisotear con las botas, pagadas por el pueblo, la Constitución Nacional, iniciando otro triste y patético golpe militar.
El año anterior el gobierno había convocado a elecciones legislativas eliminando las restricciones que pesaban sobre el peronismo, quien presentó sus propias listas de candidatos y triunfó ampliamente en las elecciones con 3.278.434 votos contra 2.734.970 de la Unión Cívica Radical del Pueblo. El triunfo del peronismo agitó la situación interna de las Fuerzas Armadas. El descontento militar se combinó con una fuerte campaña de desprestigio, impulsada por sectores conservadores que criticaban duramente ciertas políticas del gobierno radical, como la Ley de Medicamentos (Ley Oñativia), la política petrolera y cierta autonomía respecto a la posición de los Estados Unidos en política internacional.
La campaña de desprestigio contra Illia se realizó de manera sistemática, utilizando ciertos periodistas y medios de prensa, como Mariano Grondona en Primera Plana (autor luego de los primeros comunicados militares golpistas), Bernardo Neustadt en la Revista Todo y finalmente las de Mariano Montemayor. Para ello se recurrió a la imagen de una tortuga para caracterizar la gestión del presidente como timorata y falta de energía. Simultáneamente se resaltaba la personalidad de los militares, especialmente del general Juan Carlos Onganía, contraponiéndolo con la imagen de los políticos, alentándolos a intervenir como “salvaguarda de la patria”.
Reconstrucción de los diálogos entre el presidente Illia y los golpistas el 28/06/66
Alsogaray: -Vengo a cumplir órdenes del comandante en jefe…
Illia: -El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas soy yo. (Señalando un libro que está a un costado de su mesa). Mi autoridad emana de esa Constitución que nosotros hemos cumplido y que usted también ha jurado cumplir. A lo sumo, Usted es un general sublevado que engaña a sus soldados.
Alsogaray: -En representación de las Fuerzas Armadas vengo a pedirle que abandone este despacho. La escolta de granaderos lo acompañará.
Illia: -Usted no representa a las Fuerzas Armadas, sino tan sólo a un grupo de insurrectos. Usted y quienes lo acompañan actúan como salteadores nocturnos…
Alsogaray: -Señor Presid… (rectificándose) doctor Illia… Varias voces: -¡Señor Presidente!
Alsogaray: con el fin de evitar actos de violencia, lo invito nuevamente a que abandone esta casa.
Illia: -Son Ustedes quienes están provocando la violencia. Ustedes no tienen nada que ver con el Ejército de San Martín y de Belgrano. Le han causado mucho mal a la patria y lo seguirán causando. El país los condenará por esta usurpación…
Alsogaray: -Usted está llevando las cosas a un terreno que no le corresponde, doctor IIlia; le garantizamos su traslado a la residencia de Olivos. Su integridad física está asegurada.
Illia: -Mi bienestar personal no me interesa. Me quedo trabajando en el lugar que me indica la ley y mi deber: Como comandante en jefe, le ordeno que se retire.
AIsogaray: -Yo sólo recibo órdenes del comandante en jefe del Ejército.
IIlia: -El único jefe supremo de las Fuerzas Armadas soy yo. Ustedes son los insurrectos. ¡Retírense!
Los jefes militares abandonan el despacho presidencial. A las seis, retorna el coronel Perlinger en compañía de oficiales subalternos. Perlinger se acerca por la izquierda hasta la mesa de llIia y le dice en tono firme: Perlinger: -Doctor Illia, en nombre de las Fuerzas Armadas, vengo a decirle que ha sido destituido.
Illia: -Ya le he dicho al general Alsogaray que ustedes no representan a las Fuerzas Armadas.
Perlinger: -Me rectifico. En nombre de las fuerzas que poseo…
Illia: -Traiga esas fuerzas.
Perlinger: -No lleguemos a eso…
Illia: -Son ustedes los que emplean la fuerza, no yo.
Perlinger y sus acompañantes se retiran. A las 7.25 vuelve Perlinger está vez al frente de un grupo de efectivos de la guardia de infantería de la Policía Federal, portando pistolas lanzagases.
Perlinger: -Doctor llIia, su integridad física está plenamente asegurada, pero no puedo decir lo mismo a las personas que se encuentran con usted. Ellos serán desalojados por la fuerza.
IIlia: -Su conciencia le va a reprochar lo que esté haciendo. (dirigiéndose a la tropa policial). A muchos de ustedes les dará vergüenza cumplir estas órdenes indignas de quien ni siquiera es su jefe. Acuérdense: cuando cuenten a sus hijos lo que hicieron en este momento, sentirán vergüenza…
Perlinger: Dr Illia tendremos que usar la fuerza… Illia: -Es lo único que tienen… Perlinger: (Con tono enérgico, a sus subordinados): -Dos oficiales a custodiar al doctor Illia, los demás avancen y desalojen el salón. La tropa avanzó mientras que los dos oficiales de policía que debían vigilar a Illia no pudieron cumplir su cometido, pues éste fue inmediatamente rodeado por sus colaboradores. Hubo forcejeos, pero en pocos minutos el despacho fue desalojado. Illia y sus colaboradores bajaron por las escaleras hasta la planta baja, seguidos de cerca por el pequeño batallón de lanzagases. Eran las 7.40 Sobre las veredas de la Plaza de Mayo y del Banco Nación, varias docenas de soldados cuerpo a tierra apuntaban hacia la Casa Rosada con sus fusiles. A las 7.45 Illia subía a un taxi, rumbo a la casa de su hermano en Martínez.
El diálogo reconstruido fue publicado por la revista “Somos” el 21 de enero de 1983, pero Somos no reprodujo con fidelidad los diálogos. Otros testimonios nos permiten afirmar algunas expresiones importantes, luego de mencionar que casi todo el equipo balbinista acompañaba a Illia en la circunstancia. Alsogaray se había colocado a la izquierda del Presidente IIlia, quien sin levantar la cabeza, ni mirarlo siquiera, ni inmutarse, continuó con lo que estaba haciendo en ese momento. Eso habría molestado al militar, quien irritado pretendió arrebatarle una fotografía que en ese momento Illia firmaba para uno de sus colaboradores (un empleado de la secretaría privada, o el jefe de la misma, Miguel Angel López, o un ordenanza, según distintas versiones) Illia impidió que el militar le arrebatara la fotografía y, seguidamente, se produjo una parte del diálogo, que la citada revista no tuvo en cuenta:
Alsogaray: -Deje eso, permítame… Illia:-cállese… Yo no lo conozco. ¿Quién es usted?
Alsogaray: -Soy el general Alsogaray:..
Illia: -Espérese. Estoy atendiendo a un ciudadano, ¿cuál es su nombre amigo? Alsogaray: -Respéteme…
Illia: (Al concluir de firmar la fotografía) Este muchacho es más que usted. Es un ciudadano digno y noble. (Parándose y dirigiéndose al general) ¿ Qué es lo que quiere?
Alsogaray: -Vengo a cumplir órdenes del comandante en jefe. ..
Luego, sigue en líneas generales el diálogo ya reproducido, pero con una variante:
Alsogaray: -En representación de las Fuerzas Armadas le pido que abandone el despacho.
Illia: -Usted no representa a las Fuerzas Armadas, sólo representa a un grupo de insurrectos. Usted y quienes lo acompañan actúan como salteadores nocturnos, que como los bandidos aparecen de madrugada para tomar la Casa de Gobierno…
Años después, el coronel Luis C. Perlinger envió al doctor Illia la siguiente nota:
“A principios de 1966 siendo usted Presidente de la Nación, tuve algunas reuniones en Mar del Plata y en Buenos Aires con generales que ocupaban altos cargos en el EMGE, a los cuales traté de convencer de no romper el orden institucional. Ante la inutilidad de mi prédica y guiado por el desconcepto de que la unidad de la fuerza amenazada por casos aislados de oposición era más importante que el respeto a la Constitución, me plegué al movimiento que estalló el 28 de junio.
Circunstancias que no se buscan, pero que se dan con frecuencia en los hombres de acción me asignaron un rol imporlante en su destitución.
En una presentación fechada en julio de 1976, que repartí profusamente y de la cual me ocupé de enviarle un ejemplar escribía: ‘Hace 10 años el Ejército me ordenó que procediera a desalojar el despacho presidencial. Entonces el doctor Illia serenamente avanzó hacia mí y me repitió varias veces: Sus hijos se lo van a reprochar. ¡Tenía tanta razón! Hace tiempo que yo me lo reprocho porque entonces caí ingenuamente en la trampa de contribuir a desalojar a un movimiento auténticamente nacional.
Usted me dio esa madrugada una inolvidable lección de civismo. El público reconocimiento que en 1976 hice de mi error; si bien no pude reparar el daño causado, da a usted, uno de los grandes demócratas de nuestro país, la satisfacción de que su último acto de gobiemo fue transformar en auténtico demócrata a quien lo estaba expulsando por la fuerza de las armas de su cargo constitucional…”

Fuente: Wikipedia y “Ricardo Balbín, el radicalismo y la república”, Eduardo Giorlandini, edición de la Cámara de Diputados de la Nación, 2001, prólogo de Rafael Pascual

domingo, 27 de mayo de 2012

Solidaridad con la Comunidad Indígena Mogoit

La APDH expresa su firme solidaridad con la Comunidad Indígena Mogoit del paraje Raíz Chaqueña donde reside legalmente en base a un decreto provincial donde se les concede 2500 hts. como propiedad comunitaria varias décadas atrás.
Al mismo tiempo repudia las acciones jurídicas de la empresa Bajo Hondo Agropecuaria de la provincia de Córdoba que reclama ese territorio para su emprendimiento económico.
No deja de sorprendernos la resolución del Juez Juan Zaloff Dakkof en Primera Instancia de Chaco que autoriza la operación en favor de dicha empresa con el resultante perjuicio para la Comunidad Mogoit.
Respaldamos la resolución del Registro de la Propiedad Inmueble del Chaco negando la inscripción del título de propiedad para la empresa tomando en cuenta que la operación está prohibida por la ley provincial como también por tratados internacionales a los que se encuentra adherido nuestro país.
Buenos Aires, 9 de abril de 2012
Mesa Directiva de la APDH

http://www.apdh-argentina.org.ar/documentos/2012/apdh_20120409_mogoit.pdf

Premio Dignidad 2012

Premio Dignidad 2012


El pasado jueves 26 de abril la Dra. Dora Barrancos recibió el Premio Dignidad 2012 de la Secretaría de la Mujer de la APDH.
"Lo que se premia en está ocasión es la trayectoria" dijo la oradora y dio la palabra a múltiples asistentes que contaron sobre el día a día de sus actividades junto con Dora Barrancos.
Desde el ámbito educativo, la política, el movimiento feminista y otros, resaltaron el compromiso, la generosidad, calidad humana y aptitud académica de la premiada.
Entre risas, aplausos y felicitaciones Dora Barrancos recibió el Premio Dignidad de manos de Monique Altschul quien fuera premiada en el 2009.
Dora agradeció a quienes estaban presentes y dedicó especialmente el premio a su compañero Eduardo y su familia.
"Desearía abrazar fuertemente a todas mis condicipulas, a mis queridísimas amigas y compañeras del feminismo, a las compañeras de la academia". Y como es su espíritu, no se privó de mencionar las luchas pendientes como "la condición de las mujeres en el sistema científico que es inequitativo."
El Premio Dignidad es una forma de destacar la labor de aquellas mujeres que por su trabajo, su obra o su trayectoria dignifican al género femenino como Dora Barrancos.

C. A. de Buenos Aires, Abril de 2012.

LAS MUJERES DE LIBERTADOR GENERAL SAN MARTIN REVELAN LAS HISTORIAS DE SECUESTROS, TORTURAS Y ABUSOS - “Quisieron reducirnos a la nada”


Hilda Figueroa fue secuestrada el 21 de julio de 1976, en la primera de las siete redadas en torno del Ingenio.

LAS MUJERES DE LIBERTADOR GENERAL SAN MARTIN REVELAN LAS HISTORIAS DE SECUESTROS, TORTURAS Y ABUSOS

“Quisieron reducirnos a la nada”

Secuestradas en los pueblos que dependen del Ingenio Ledesma, empiezan a hablar de las torturas, pero también de los delitos de violencia sexual que padecieron. El pueblo, ayer y hoy. Las “reuniones para no llorar”. “Quisieron tomar nuestro espíritu, que es algo que no podían tener”, dice una de ellas.

 Por Alejandra Dandan
Desde Libertador General San Martín
Hilda Figueroa se para en la reja de entrada de la puerta de la casa, en medio del pueblo del Ingenio Ledesma, que aún actúa como una fuerza de ocupación. “Las torturas y los golpes eran más dolorosos que las violaciones”, había dicho. “Nos dejaron una secuela terrible: ellos quisieron reducirnos a la nada, como diciendo: ‘No son nada, miren lo que podemos’. Tal vez buscaron exterminarnos psíquicamente, eso; a nosotras las mujeres, pero también a los hombres.” Ya sobre la puerta de la reja, mientras se dispone a cerrarla, vuelve a la escena como si siguiera pensando: “Quisieron tomar nuestro espíritu, que es algo que no podían tener”.
En los últimos dos años, mientras algunas causas de lesa humanidad intentan recuperar las historias de los detenidos desaparecidos en clave de género, para definir, entre otros aspectos, los delitos de violencia sexual; mientras ese mismo eje abre debates sobre por qué volver a ese lugar de esta manera y en todo caso, cómo hacerlo; mientras sucede todo eso, entonces, en Jujuy un grupo de mujeres recoge datos sobre escenas a las que en muchos casos recién ahora intentan ponerles palabras. Entre ellas están quienes fueron secuestradas en la sucesión de siete noches de apagones de julio de 1976, pero también las que habían llegado antes a la cárcel. Entre ellas empezaron a trabajar sobre la violencia sexual, pero en el medio de los temblores que empiezan a provocar los movimientos en los expedientes más importantes de la provincia, hay quienes hablan por primera vez del secuestro.
“A partir del año pasado, una de las compañeras me contó que este (el de los delitos sexuales) es un planteo que se está haciendo en otros lugares”, dice Hilda. “Ella me lo cuenta en noviembre del año pasado, acá lo empezamos a trabajar, pero era difícil: entonces lo nombrábamos al pasar.”
Los datos acerca de “eso” que todavía no se nombraba empezaron a aparecer a partir de una planilla. Un grupo de ex presos políticos salió a timbrear casa por casa a los ex compañeros para hacer un censo y ver en qué condiciones vivían. Si tenían casa. Si tenían o no tenían obra social. En el camino, una de las compañeras a la que muchos habían escuchado gritar durante el secuestro por situación de violación, se encontró con un relato parecido durante el relevamiento. Cuando volvió, se lo contó a las otras compañeras en un encuentro al que llaman: “Reunión para no llorar”. Les dijo que a ella también le venían escenas, pero no las recordaba, como si algo se le hubiese ido a otra parte.
“Ella se puso muy mal y decía: ‘Yo no me acuerdo’ y nos relata ciertos manoseos, algunas cosas, pero no más. Consultamos con un psicólogo que nos habló de los ‘recuerdos encubridores’, que son como un defensa para no sufrir. Así empezamos a trabajar sobre el tema, primero decíamos que íbamos a hablar de ‘eso’ y después seguimos y seguimos y a esta altura nosotros podemos hablar y hablar de violación. Podemos verbalizar la palabra: hemos llegado a que el delito está ahí y afuera de nuestros cuerpos”, cuenta Hilda.
–¿Vos lo estás diciendo por primera vez ahora?
–No, siempre lo dije. Lo que pasa es que siempre hablaba de mí. Y hace poco empecé a hablar de nosotros. Porque a todos nos pasó lo mismo. Empezamos a hablar de los otros. Ahora yo hago un mensaje sublimado como parte de un colectivo: nos desaparecieron, nos violaron, nos torturaron. Entonces ya es un mensaje más fuerte.

La salida

En los años ’70, en el Ingenio Ledesma funcionaba el único hospital del pueblo y la única escuela. Aunque ahora las dos instituciones pasaron a manos del Estado nacional, los habitantes del departamento de General San Martín suelen hablar de Ledesma en términos de Estado. En el aeropuerto de Jujuy, el cartel de bienvenida a la provincia es un letrero de la empresa. En la sede del Ingenio está instalada una delegación de Gendarmería a la que los vecinos mencionan como “la comisaría”. En las calles de los barrios de alrededor en vez de patrulleros de la policía circulan trailers de Ledesma, los mismos que circulan en los relatos de las víctimas de la Noche del Apagón y actualizan la certeza de sentirse perseguidos.
Las mujeres de las tres localidades cuyas vidas dependen del Ingenio y fueron secuestradas o detenidas antes o durante la dictadura, en la lista que elabora Hilda son unas veinte. Pero no son las únicas, porque muchas todavía no se animaron a hablar.
En una casa vecina a la de Hilda acaban de reunirse tres mujeres. En compañía de esta cronista hay un abogado de las querellas de la causa del Apagón que representa a los organismos de derechos humanos. Es un aliado. Ante él estas mujeres deciden ponerse a hablar. “¿Usted cómo se llama?”, le pregunta el abogado a una de ellas. “¿Nunca habló?”, insiste. Ella todavía llora como un niño que vuelve al terror por primera vez. Se estremece. Explica cómo, la madrugada del 21 de julio de 1976, se acercó a la “comisaría” del pueblo porque le habían dicho que habían detenido a su hermano. Ella entró en ese lugar durante no más de seis u ocho horas, pero en realidad todavía no parece haber salido.
“Yo tengo miedo, sabes por qué –le dice–, porque demasiado ya he pasado. Yo la he pasado horrible. Nosotros no dormíamos. Pasaba una noche, cortaban una luz, pasaban dos días, cortaban la luz y llevaban a otro. ¡No sabíamos si nos tocaba a nosotros o a otros hermanos! O a mi esposo, que casi se lo llevan también. Yo tenía mi chiquita de diez meses, y no lo han llevado a mi esposo no sé por qué, porque tuvo un Dios aparte, si no esas criaturas hubiesen terminado solas. Cuando yo llegué de vuelta, estaba mi esposo con la casa toda dada vuelta. Y él me dice: ‘A mí me tenían atado’. ¿¡Qué iba a hacer con las tres criaturas!? ¿Con quién se iban a quedar? ¿Solas? ¡No! Yo tenía miedo. Porque iba a esperar a mi hermano: a ver si aparecía o no aparecía, como hacíamos todos, como se hacía con los que venían de la guerra, ahí, a la plaza: íbamos desesperados para esperar a ver si ellos venían.”
Hilda vive a unas cuadras de ahí. En el mismo barrio. Ella estudiaba abogacía en Tucumán, la habían operado de una pierna, llevaba quince cirugías por las secuelas de una polio y estaba esperando la última intervención para poder caminar sin aparatos ni muletas para marzo de 1976. El 24 de marzo su madre se la llevó de Tucumán de nuevo a su pueblo en Calilegua, vecino a los Blaquier. La madrugada del 20 al 21 de julio, la primera de las siete noches de redadas en torno del Ingenio, se llevaron de Calilegua a doscientas personas. Hilda era una de ellas.
“Yo supongo que me llevaron porque tuve una militancia, en cuanto a ponerme en contra del tríptico: era un proyecto del ministro de Educación que quería poner un año de ingreso en la Facultad de Derecho. Yo andaba por todos lados haciendo notas en el centro de estudiantes de Derecho, era muy petardera con el tema de las notas. De reunirme con el decanato, con el secretario académico y bueno, yo andaba ahí. Esa es mi interpretación, porque en Calilegua la cosa era distinta: yo era la excluida de la familia, pero el resto eran todos ‘ledesmistas’; mi tío era jefe de recepciones laborales del Ingenio, todos eran nariz parada, no era que porque yo caí presa no nos hablaban: ya no nos hablaban desde antes. Así que si fuera por eso (Ledesma), no me tendrían que haber llevado porque yo era de las familias de staff. La única casa tiroteada fue la mía. Lo que yo pude recoger es que a un policía de la provincia que habían mandado para que vaya a controlar quién entraba en mi casa y quién salía y cómo yo estudiaba con un grabador nacional, porque estaba toda modernizada, cuando lo vio hizo una acusación como que yo tenía una radio clandestina.”
Arriba de una mesa, Hilda tiene papeles, archivos y una lista con nombres de quienes hicieron Inteligencia en Salta y Jujuy. “Para que te des una idea mejor de lo que pasó voy a dibujarlo”, dice y agarra un papel. “En ese momento no se llamaban todos los pueblos como ahora que están todos en el departamento de General San Martín; en ese momento había tres localidades: una era Calilegua, al lado estaba la localidad de Ledesma y al lado General San Martín.”
Las sucesiones de secuestros que duraron hasta el 27 de julio de 1976 les permitió a las patotas levantar a obreros sindicalizados y estudiantes que estaban relacionados con la historia reciente de cada uno de esos pueblos. En Calilegua, dice Hilda, había una empresa, la de los Arrieta, dedicada a los cítricos y madera, que a comienzos de 1970 se fusionó con Ledesma. Las topadoras barrieron con los naranjales en la fusión y “ahí empieza el quilombo: plantan caña, los pueblos originarios que trabajaban en las naranjas se quedan sin trabajo, muchos de estos obreros que tenían sus casitas ahí después de mucho tiempo de negociación pasan a trabajar al Ingenio y a la zafra, pero tampoco pasan todos porque ya llegaban las máquinas: primero semimecanizadas, después mecanizadas: una máquina reemplaza primero a diez familias, después a cincuenta”.
Con la caída de Calilegua cayeron muchos de los obreros organizados en torno de la lucha del sindicato previo a la fusión. En ese pueblo, la primera noche se hizo la redada más grande: se llevaron a doscientos de ahí, dice Hilda, a cuarenta de Ledesma y a diez de General San Martín. En las siguientes noches levantaron a otras cien personas. “A todos nos secuestran de nuestras casa: estábamos durmiendo, entran a la casa rompiendo todo, asustando a la gente, a la familia, a los chicos. A los que no encontraban les dejaban un mensaje para que se presentaran al día siguiente, y la gente se presentaba. De nuestra casa nos llevan y nos iban cargando en una especie de celular: eran nueve celulares que llegaron al Ingenio a eso de las nueve de la noche (del 20 de julio), varios Unimog, camiones del Ejército. Yo me hacía la canchera: como había vivido en Tucumán tenía normalizados los helicópteros y así que le dije a mi mamá que debía ser un operativo rastrillo. Conclusión: esa noche parece que les quedaron cortos todos los vehículos que traían para levantar a tanta gente y ahí entró la colaboración de las camionetas del Ingenio. Que no han de ser muchas, pero sí han colaborado porque la gente vio. Vio. Porque las camionetas tenían un número.”
De las casas, los del pueblo pasaron a la comisaría de Calilegua y luego al destacamento de Gendarmería del Ingenio Ledesma. “Por supuesto ya teníamos vendados los ojos y nos ataban. Nos bajaron primero en la comisaría y nos ponían un número, a mí me prendieron un número acá. Todos se acuerdan los números. De ahí empezó a caminar el vehículo y nos llevaron al Ingenio Ledesma. Ahí había muchos ruidos, muchos móviles, la gente que intervino hacía mucho ajetreo, tocaban el bombo y los tarros y esa noche estuvimos mucho rato ahí.”
Alrededor de las cuatro de la mañana los llevaron a Guerrero, el pueblo donde funcionó una hostería como centro clandestino. “En el traslado no escuché voces de mujeres, pero cuando ya nos tiran en el piso de Guerrero, como en una esquina es como que nos arrinconan a las mujeres”, dice Hilda. Eulogia Cordero de Garnica era la mujer Donato Garnica, el fundador del sindicato de zafreros de Ledesma, comisionado del Calilegua, que a esa altura estaba preso. Se lo habían llevado con otros compañeros, entre ellos Jorge Osvaldo Weisz, vicepresidente de la obra social del sindicato de obreros de Ledesma, recién fundada, a quien la empresa persiguió y sobre el que hizo inteligencia en 1976, de acuerdo con lo que describen los archivos recién encontrados en los allanamientos. Weisz está desaparecido. Donato estuvo ocho años preso. A Eulogia se la llevaron con dos hijos. Ella estuvo un año entre secuestrada y en una prisión de Gorriti. Sus dos hijos Domingo Horacio y Miguel Angel están desaparecidos. Delicia Alvarez era catequista. Se la llevaron esa misma noche. Tenía entre 18 y 19 años. Hilda dice “te la digo corta” y dice que la acusaban de estar de novia con un estudiante universitario tucumano de Calilegua que actualmente está desaparecido. Delicia es otra de las mujeres sometidas adentro de la cárcel. A los nueve días fue liberada.
María Cortez tenía 18 años. Era soltera, hacía la secundaria, estuvo secuestra de nueve a treinta días. Buscando razones para entender un secuestro que en esos pueblos parecen haberse hecho con la lógica de los círculos concéntricos: primero a los militantes, después a los amigos, luego a quien hacía falta, de ella dicen que se la llevaron porque uno de sus tíos era dirigente del PC.
Ana María Pérez es la quinta mujer que Hilda reconoció esa noche en Guerrero. No estudiaba. En los relatos que siguen armándose, a Ana María la secuestraron porque no estaba en su casa, sino que la encontraron en el medio de la calle.

La violencia

Hilda declaró lo que sucedió con ella dentro de Guerrero en un juicio por la Verdad. Estuvo unos días en el centro clandestino antes de ser derivada al penal de varones de Gorriti, en el que se habilitó un pabellón de mujeres. Allí estuvo con Rita y otras mujeres de Ledesma, la mayoría de la escuela Normal, detenidas antes del golpe.
“En Guerrero estuve más o menos diez días, digo más o menos porque yo tenía una visita todos los días de un hombre del que no sé el nombre”, explicó. “Me decía que ya me iba en libertad. El 28 de julio, estando en ese lugar, ahí yo me entero, y no me olvido nunca más, de que era el día de Gendarmería Nacional: porque ese día había como una fiesta y vinieron y me llevaron. Pero ya me habían llevado varías veces antes y abusaron de mí. Pero esa vez me llevaron para que los ayude a hacer empanadas. Me sentaron frente a una mesada en un banquito o una silla y me sacaron la venda y me dijeron que mirara nada más las empanadas que tenía que hacer. Yo pude ver a muchachos jóvenes altos con uniforme de Gendarmería Nacional que hablaban con acentos de Corrientes, de Misiones. En un momento dado me quitaron la venda, me vendaron de nuevo y yo pensé que me llevaban al lugar donde estaba antes, pero me llevaron a otro lado: era una pieza donde había una cama cucheta, donde abusaron todos de mí y como si fuera que alguien importante viniera, me levantaron rápidamente a medio vestir, me llevaron alzada hasta el lugar donde yo estaba y me tiraron cuatro o cinco escalones.”

 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-195020-2012-05-27.html

JULIANA GARCIA RECCHIA HABLA SOBRE EL CASO DEL EX SECRETARIO DEL EJERCITO EDUARDO ALFONSO - “Le aplicaron una obediencia debida”


“La Justicia tiene que darle otro tratamiento al genocidio”, dice Juliana García Recchia.
Imagen: Rolando Andrade

JULIANA GARCIA RECCHIA HABLA SOBRE EL CASO DEL EX SECRETARIO DEL EJERCITO EDUARDO ALFONSO

“Le aplicaron una obediencia debida”

El integrante de la conducción del Ejército en tiempos de Fernando de la Rúa participó del asesinato de su padre y el secuestro de su madre embarazada. Pero se fue del país y tiene pedido de captura internacional. El caso. La bronca.

 Por Victoria Ginzberg
El 12 de enero de 1977, cerca de treinta militares irrumpieron en la casa de Domingo García y Beatriz Recchia, en Villa Adelina. El fue asesinado. Ella, que estaba embarazada, secuestrada. La niña que nació en cautiverio fue apropiada y encontrada en 2009. La hija mayor del matrimonio, que tenía tres años cuando presenció el operativo, buscó a su hermana y a los asesinos de sus padres. Hace cuatro años supo que Eduardo Alfonso, que había llegado a secretario general del Ejército durante el gobierno de Fernando De la Rúa y que hasta entonces carecía de antecedentes públicos que lo vincularan directamente con la represión ilegal, había estado en su casa aquel 12 de enero. Las pruebas estaban en el legajo del militar. Junto a los abogados de las Abuelas de Plaza de Mayo logró que lo encarcelaran. Pero, poco después, el represor recuperó la libertad. Esta semana, cuando la Justicia volvió a ordenar su arresto, Alfonso ya no estaba en el país. Juliana está furiosa, pero más allá de este caso, dice que Justicia “tiene que darle otro tratamiento al genocidio” para evitar la fuga de los acusados.
El legajo personal de Alfonso incluye el Informe de Calificación de 1976/1977 en el que el entonces teniente primero de Caballería aparece con parte de enfermo el 12 de enero de 1977. El diagnóstico fue “herida de bala con perforación intestinal (bajo información)”. En el Boletín Público del Ejército Argentino número 4148 del 6 de julio de 1977 figura la condecoración que le dieron por haber recibido ese disparo. La reseña dice así: “Con motivo de las operaciones realizadas en la localidad de Villa Adelina, Provincia de Buenos Aires, el 12 de enero de 1977. Medalla ‘Herido en Combate’ a Teniente primero C. D. Eduardo Alfonso y Teniente primero D. Raúl Fernando Delaico”.
–¿Cuál es la situación de Alfonso hoy? –preguntó Página/12 a Juliana García Recchia.
–Tiene pedido de captura internacional y está prófugo, aunque técnicamente no se fugó, porque cuando se fue no tenía prohibición de salir del país. Se fue el domingo pasado vía Uruguay y quién sabe dónde está ahora.
–¿Alguien tiene la culpa?
–Responsabilizo al sistema judicial en general, pero puntualmente la gran responsable es la Cámara Federal de San Martín. Hace cuatro años nos costó que el juez Alberto Suares Araujo lo llamara a indagatoria, tuvimos que salir a denunciar públicamente que no lo hacía, hasta que lo detuvieron. La defensa de Alfonso admite que estuvo en un operativo, pero dice que era un operativo de tránsito, que estaba en Villa Adelina en una esquina junto a Delaico, que pasaron en una moto dos personas y les tiraron y que lamentablemente Delaico, que es el único testigo, está muerto. Pero él no sabía que Delaico había hablado antes de morir. Habló en su propio legajo. Delaico había participado de uno de los alzamientos carapintadas y lo pasaron a retiro. Entonces, pidió que le pagaran más porque había estado en el operativo de la calle Independencia 1940, en Villa Adelina. Aparentemente, él se cayó de la medianera y por eso tuvo problemas de salud. Por eso pedía más plata. Pero la Cámara Federal de San Martín (los jueces Jorge Eduardo Barral y Hugo Rodolfo Fossati) en un fallo sumamente arbitrario y parcial dice que sí estuvo en el operativo en mi casa, porque lo del tránsito era insostenible, pero que en realidad él no sabía a qué iba. No sé cómo saben eso, porque Alfonso sostenía otra cosa, decía que estaba en otro lugar. Le aplicaron de hecho una obediencia debida y dijeron que, además, como fue herido, eso lo deja afuera del hecho.
–¿En vez de que la herida sea la prueba de que participó, era la prueba de que no tuvo nada que ver?
–Tal cual. Dicen que no llegó porque estaba “fuera de combate”. Primero le dictan la falta de mérito y luego el sobreseimiento y eso es lo que nos permite apelar. Era todo muy ridículo. Lo apelamos en Casación, que muchas de estas apelaciones no las trata, pero en este caso la aceptaron porque era terrible. El queda en libertad y sin prohibición de salir del país, a pesar de que el caso seguía abierto. La denuncia la habíamos empezado hace cuatro años. Alfonso estaba limpio totalmente, llegó a general de Brigada y fue el que se recorrió todo el país defendiendo y dando apoyo a los represores cuando empezaron a ser citados por los Juicios por la Verdad. Era el secretario general del Ejército de (Ricardo) Brinzoni y pasó a retiro cuando asumió (Roberto) Bendini. Es alguien con vinculaciones. Para mí, de los militares que están imputados es uno de los más poderosos y de los que pueden tener mayor cobertura. En la audiencia de Casación, su abogado dijo: “Tenemos coincidencias porque consideramos que lo que pasó es horroroso” y cosas así. Es un cobarde que ni siquiera se hace cargo. Nos está tomando el pelo. Su abogado dice que estuvo con la autocrítica de (Martín) Balza y es una mentira. Sólo viendo las notas que salieron en Página/12 cuando defendía a los represores queda muy claro.
–¿Creés que lo van a encontrar?
–No. me encantaría creerlo, pero no. (El represor de la ESMA Jorge) Vildoza está prófugo hace 15 años. Se fugó (Juan) Wolk (del Pozo de Banfield). Hay muchos represores fugados, no es gente que esté a derecho. En este caso puntual, la falla mayor está en la Cámara que lo liberó con un fallo parcial. Pero tenía una causa que no estaba cerrada y si no le dieron prisión preventiva le tendrían que haber prohibido salir del país. Para mí, tiene que ver con una cuestión más general. Los delitos de lesa humanidad, el genocidio, se tratan como delitos comunes, lo único diferente es que se pueden juzgar más allá de que hayan pasado más de diez años. La gente sospechada debería tener una prohibición de salir del país y las preventivas deberían ser rápidas, porque hay represores que se están fugando. La Justicia tiene que darle otro tratamiento al genocidio. Yo conozco un pibe que fue acusado de robar un desodorante en un kiosco y estuvo tres meses adentro y otros meses más en su casa con la tobillera. Y esta gente, que está acusada de delitos de lesa humanidad, tiene este movimiento. Si vamos más al extremo y si me preguntan a mí, tendría que haber otras cosas, como inversión de la prueba...
–Pero por ahí se abre la posibilidad de que después se invaliden las causas hechas de esa manera...
–Eso se hizo en otros países, no es un delirio total. Porque a 35 años hay que estar en cada detalle para juntar pruebas. Y hay un montón de personas que si no fueron vistas se quedan por fuera. En Campo de Mayo, por donde pasaron más de cinco mil detenidos, los procesados son muy poquitos. El genocidio merece un tratamiento diferente. En Casación, pedimos en la audiencia que tuvimos que resolvieran en el momento y ordenaran el arresto y que después dieran los argumentos. No lo hicieron, se tomaron dos semanas. Y en ese tiempo se escapó. Está todo dentro de la legalidad, incluso podrían haberse tomado más tiempo. No soy abogada, pero éstos no son delitos comunes. Aunque en este caso los jueces de la Cámara Federal de San Martín son los responsables y los denunciamos en el Consejo de la Magistratura, hay cosas que se tienen que pensar desde otro lugar. Alfonso está en cualquier lugar, quizá con documentación falsa, con otra apariencia y con plata para hacer lo que quiera. Y ahora es complejísimo, es buscar una aguja en un pajar.
–¿En lo personal cómo te sentís?
–Estoy enfurecida. Cuando me enteré, la furia y la angustia fue terrible. Y estoy con una sensación de impotencia porque se fugó y se podría haber evitado.

 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-195002-2012-05-27.html

Agresión policial a periodista

COMUNICADO DE PRENSA
Ref.: Agresión policial a periodista
Ante la violación de los derechos sufridos por el periodista sanrafaelino Sergio Walter Miranda, y que fuera cometido por un integrante de la Policía de Mendoza, según lo que se describe en http://www.infomalargue.com/sociales/65-sociedad/4862-san-rafael-intolerancia-policial.html, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (San Rafael) expresa:
1) Reiteramos lo dicho este mismo mes, en ocasión del asesinato del ciudadano Franco Díaz: no basta punir al responsable material, sino que es necesario examinar la matriz de seguridad provincial desde la misma formación policial hasta sus rituales y procedimientos habituales.
2) Exhortamos a los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Mendoza a refundar la policía provincial para que logre estar al servicio de la seguridad de ciudadanía, en consonancia con los derechos y garantías constitucionales vigentes y los lineamientos del Acuerdo de Seguridad Democrática firmado en 2010 por casi todo el arco político de la Provincia de Mendoza.
(Nota: Sobre el Acuerdo de Seguridad Democrática ver:
http://www.mdzol.com/mdz/nota/192607-Distintos-sectores-firmaron-un-acuerdo-por-la-seguridad-democr%C3%A1tica/ )
Por la Mesa Directiva:
Silvana Yomaha Patricia Galván Richard Ermili
Secretaria Coord. Vicepresidenta Presidente
San Rafael, Mendoza, 20 de mayo de 2012

http://www.apdh-argentina.org.ar/delegaciones/sanrafael/documentos/srf_20120520_miranda.pdf

LA IGLESIA RECONOCE LA AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO SOBRE EL ASESINATO DE LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS - Donde mueren las palabras

LA IGLESIA RECONOCE LA AUTENTICIDAD DEL DOCUMENTO SOBRE EL ASESINATO DE LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS

Donde mueren las palabras

El Episcopado confirmó ante la Justicia que desde 1978 sabía que la dictadura militar asesinaba a las personas detenidas-desaparecidas, cosa que nunca hizo pública. La tardía admisión se produjo con el reconocimiento de la autenticidad del documento publicado aquí el domingo 6 de mayo sobre el diálogo secreto con el dictador Jorge Videla del 10 de abril de ese año. Pese a ello tanto el Episcopado como el Vaticano y la gran prensa guardan silencio.

 Por Horacio Verbitsky
La Iglesia Católica confirmó por primera vez ante la Justicia que por lo menos desde 1978 sabía que la dictadura militar asesinaba a las personas detenidas-desaparecidas, cosa que nunca hizo pública, y que sus máximas autoridades discutieron con el jefe supremo de la dictadura cómo manejar la información sobre esos crímenes. La tardía admisión se produjo con el reconocimiento de la autenticidad del documento publicado aquí el domingo 6 de mayo sobre el diálogo secreto con el dictador Jorge Videla del 10 de abril de 1978, luego de un almuerzo del que participaron los tres miembros de la Comisión Ejecutiva que conducía a la institución. Pese a ello tanto el Episcopado como el Vaticano y la gran prensa siguen guardando un escandaloso silencio.

La cuestión de las listas

La judicialización del documento eclesiástico se produjo en la causa abierta para determinar lo sucedido con los restos de Roberto Santucho, a pedido de su familia, representada por el abogado Pablo Llonto. Santucho fue abatido por una partida del Ejército el 19 de julio de 1976 y su cuerpo exhibido a la prensa en Campo de Mayo, pero luego desapareció sin explicaciones. A raíz de la confesión de Videla a un periodista español y otro argentino sobre el asesinato de los detenidos-desaparecidos, la jueza federal de San Martín, Martina Forns, a cargo de esa causa, citó a declarar al ex dictador. Videla dijo que él había decidido ocultar el destino de los restos de Santucho para evitar homenajes pero que quien sabía qué habían hecho con ellos era el entonces jefe de Campo de Mayo, general Santiago Riveros. Ante el cuidadoso interrogatorio preparado por Forns, Videla respondió sus preguntas durante más de tres horas. Sin eufemismos dijo que los detenidos-desaparecidos eran “condenados” y “ejecutados” y que ese método se había adoptado por comodidad porque creían que “no provocaba el impacto de un fusilamiento público”, que “la sociedad no lo iba a tolerar”. Agregó que “era difícil pensar que tantas personas podían ser juzgadas y la Justicia estaba asustada por la persecución que habían sufrido los jueces” del Camarón, el tribunal especial que actuó entre 1971 y 1973 durante la penúltima dictadura. Cuando Forns lo interrogó sobre las listas de personas detenidas-desaparecidas, Videla contestó que eran incompletas y que no se publicaron, porque contenían errores e inexactitudes y no hubo acuerdo entre las tres Fuerzas Armadas que compartían el gobierno. Agregó que la información sobre el destino de cada persona es “una obligación moral” pero que no es fácil cumplir con ella “por la forma tabicada en que se procedía y en algunos casos no hay rastros de eso y no puede publicarse a medias”.

Un diálogo entre amigos

Pero durante el almuerzo con el cardenal Raúl Primatesta, arzobispo de Córdoba, el arzobispo de Santa Fe, Vicente Zazpe, y el de Buenos Aires, cardenal Juan Aramburu, quienes eran presidente y vicepresidentes del Episcopado, Videla dio otra explicación mucho más sincera acerca de la publicación de las listas y sobre lo sucedido a las personas detenidas-desaparecidas. Ello consta en una minuta para el Vaticano, que los tres eclesiásticos redactaron luego de ese almuerzo y que fue reproducida en esta página hace tres domingos, en la nota “Preguntas sin respuesta”. En un clima que Aramburu describió como cordial, Videla dijo que no era fácil admitir que los desaparecidos estaban muertos, porque eso daría lugar a preguntas sobre dónde estaban y quién los había matado. Primatesta hizo referencia a las últimas desapariciones producidas durante la Pascua de 1978, “en un procedimiento muy similar al utilizado cuando secuestraron a las dos religiosas francesas”. Videla respondió que “sería lo más obvio decir que éstos ya están muertos, se trataría de pasar una línea divisoria y éstos han desaparecido y no están. Pero aunque eso parezca lo más claro sin embargo da pie a una serie de preguntas sobre dónde están sepultados: ¿en una fosa común? En ese caso, ¿quién los puso en esa fosa? Una serie de preguntas que la autoridad del gobierno no puede responder sinceramente por las consecuencias sobre personas”, es decir los secuestradores y asesinos. Primatesta insistió en la necesidad de encontrar alguna solución, porque preveía que el método de la desaparición de personas produciría a la larga “malos efectos”, dada “la amargura que deja en muchas familias”. Se refería en forma implícita a la carta que esa misma mañana le había enviado el presidente fundador del CELS, Emilio Mignone, padre de la detenida-desaparecida Mónica Candelaria Mignone, y una de las más altas personalidades laicas del catolicismo argentino. Mignone había sido ministro de Educación en la provincia de Buenos Aires en la década de 1940 y viceministro de Educación nacional en la de 1960. El fundador del CELS le escribió a Primatesta que el sistema del secuestro, el robo, la tortura y el asesinato, “agravado con la negativa a entregar los cadáveres a los deudos, su eliminación por medio de la cremación o arrojándolos al mar o a los ríos o su sepultura anónima en fosas comunes” se realizaba en nombre de “la salvación de la ‘civilización cristiana’, la salvaguardia de la Iglesia Católica”. Agregó que la desesperación y el odio iban ganando muchos corazones. Al día siguiente del almuerzo, Zazpe le informó a Mignone que la Comisión Ejecutiva le había transmitido a Videla “todo lo que dice su carta”. Dijo que habían sido “tremendamente sinceros y no recurrimos a un lenguaje aproximativo” pero le advirtió, como si se tratara de una accesoria cuestión técnica, que había una “divergencia con su carta” acerca de la publicidad o reserva de esta entrevista. “En esta ocasión volvió a recurrirse a la reserva”, que dura hasta hoy. Primatesta informó luego a la Asamblea Plenaria que los obispos le plantearon a Videla los casos señalados en su carta por Mignone, de presos que en apariencia recuperaban su libertad pero en realidad eran asesinados; que se interesaron por sacerdotes desaparecidos, como Pablo Gazzarri, Carlos Bustos y Mauricio Silva, y por otros detenidos de los que pidieron la libertad y/o el envío al exterior. Pero el desarrollo completo del diálogo sólo consta en la síntesis para el Vaticano. Cuando Primatesta advirtió sobre las amargas consecuencias del método de la desaparición forzada, Videla asintió. También él lo advertía, pero no encontraba la solución, dijo. Zazpe preguntó: “¿Qué le contestamos a la gente, porque en el fondo hay una verdad?”. Según el entonces arzobispo de Santa Fe, Videla “lo admitió”. Aramburu explicó que “el problema es qué contestar para que la gente no siga arguyendo”. Según Aramburu, cuando Videla repitió que “no encontraba solución, una respuesta satisfactoria, le sugerí que, por lo menos, dijeran que no estaban en condiciones de informar, que dijeran que estaban desaparecidos, fuera de los nombres que han dado a publicidad”. Primatesta explicó que “la Iglesia quiere comprender, cooperar, que es consciente del estado caótico en que estaba el país” y que medía cada palabra porque conocía muy bien “el daño que se le puede hacer al gobierno con referencia al bien común si no se guarda la debida altura”.
Luego de la publicación, la jueza Forns solicitó la entrega del documento a la Conferencia Episcopal. Sin dilación, recibió una copia. De este modo, la máxima conducción católica de la Argentina corroboró en forma oficial y en un expediente judicial que tanto la Iglesia argentina como la Santa Sede, para la que se confeccionó esa minuta, estaban al tanto del asesinato de las personas cuya desaparición era denunciada por sus familiares y por los organismos defensores de los derechos humanos.

Copia Fiel

El facsímil que se publica a la izquierda es el que obtuve en forma subrepticia en la sede de la calle Suipacha que el propio Videla donó a la Conferencia Episcopal antes de dejar el poder, en 1981. Arriba a la derecha se observa el número con que está archivado, lo cual da una idea de la magnitud de ese archivo cuya misma existencia la Iglesia negó, en una nota que en el año 2000 me dirigió su presidente, cardenal Estanislao Karlic. El de la derecha es el que la actual conducción episcopal, presidida por el Arzobispo de Santa Fe, José Arancedo, remitió a la jueza Forns. Arriba a la izquierda se lee “Es Copia Fiel” y abajo a la derecha consta el sello de la Conferencia Episcopal Argentina. En ambos ejemplares de ese documento secreto se observa que la afirmación de Videla sobre la protección a quienes cumplieron sus órdenes criminales está completada a mano por Primatesta. Pese a la enorme trascendencia de este demorado reconocimiento, ninguna autoridad eclesiástica hizo la menor referencia pública al tema, aunque la Comisión Ejecutiva se reunió el 16 de mayo y emitió un documento, cuestionando la ley de muerte digna sancionada por el Congreso. Como si la enormidad del hecho les cortara el habla, tampoco los diarios Clarín, La Nación y Perfil se dieron por enterados de la publicación de ese documento fundamental para establecer el grado al que llegó la complicidad de la Iglesia Católica con la dictadura militar y su política criminal. Treinta y cuatro años después, el encubrimiento continúa. Cuando el periodista español Ricardo Angoso lo entrevistó en la prisión que el Servicio Penitenciario Federal tiene en Campo de Mayo, Videla dijo que “mi relación con la Iglesia Católica fue excelente, muy cordial, sincera y abierta”, porque “fue prudente”, no creó problemas ni siguió la “tendencia izquierdista y tercermundista” de otros Episcopados. Condenaba “algunos excesos”, pero “sin romper relaciones”. Con Primatesta, hasta “llegamos a ser amigos”. Se nota.


Dos copias del mismo documento. A la izquierda, la que obtuve en el archivo del Episcopado, cuya existencia misma la Iglesia negaba. El número 10.949 que lleva, agregado a mano por el ex secretario del Episcopado Carlos Galán cuando ordenó el archivo, da una idea de la magnitud de ese repositorio. A la derecha, la versión oficial que este mes la Iglesia envió a la Justicia, a solicitud de la jueza Martina Forns. Le han borrado el número y le han agregado “Es copia fiel” y el sello de la Conferencia Episcopal.
 
 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-194987-2012-05-27.html

miércoles, 23 de mayo de 2012

Opinión de Madres - LF

La cabeza máxima de la represión de la última dictadura cívico militar argentina encuentra quien lo entreviste en la cárcel –donde permanecerá hasta el fin de sus días, según varias sentencias justas- y produzca un video y un libro con el aberrante contenido de las declaraciones del dictador.
El equilibrio en una sociedad democrática exige reclusión definitiva para criminales de lesa humanidad. Jorge R. Videla lo es, y además lo hace explícito en sus propias palabras.
El habla de “guerra”, omitiendo que su gobierno de facto implantó un verdadero terrorismo de Estado; habla de “listado de lisiados y muertos cuyo paradero se desconoce”, omitiendo el probado plan sistemático de represión que causó al menos 22.000 víctimas, según documentos desclasificados de la propia dictadura; habla del “precio que hubo que pagar para seguir siendo una República”, omitiendo que la dictadura formó parte de planes extra-nacionales para instalar dictaduras en el Cono Sur, cuya población exigía cada vez con más fuerza el respeto a sus derechos, contra los cuales había que preservar un sistema económico de pocos ricos e innumerables desposeídos.
Exhortamos a la población, particularmente a los jóvenes, que perciban el cinismo de las palabras del dictador y busquen en la historia reciente las verdades del terrorismo de Estado perpetrado.
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora

“La verdad alumbra lo que perdura”

“La verdad alumbra lo que perdura”

En primer lugar quiero agradecerles a todas y todos por acompañarnos en un día muy importante para los que buscamos la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Queremos compartir con ustedes, y con todos los argentinos y argentinas, que gracias al trabajo inclaudicable del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) hemos recuperado los restos de mi papá, Roque “Toti” Orlando Montenegro, que al momento de su desaparición tenía tan solo 20 años.

El 5 de julio de 2000 fui restituida por la búsqueda de Abuelas. Me costó varios años asumir mi identidad y tratar de acomodar mi historia.
Mi apropiador me había dicho, en relación a mis padres, que habían sido “abatidos” en un enfrentamiento que tuvo lugar en William Morris el 13 de febrero de 1976.
Sin embargo, la única verdad es la que aportó la investigación realizada por el EAAF que confirmó que estuvieron secuestrados durante varios meses y que mi papá fue víctima de los vuelos de la muerte. En otras palabras, el operativo que nos secuestró fue anterior al 24 de marzo, confirmando que hubo un plan sistemático anterior al golpe de Estado.

En lo personal siento que no existe una palabra para definir tantos sentimientos encontrados. Por un lado, el dolor de conocer el destino final de mi papá y saber que tuvo que pasar por situaciones que creía ajenas a él. Y por otro, tener este sentimiento de paz que únicamente da la verdad.
Y hay una idea que siempre está presente: la de milagro.
Quizás sea un milagro esto que se da en la búsqueda de las Abuelas. Fueron ellas las que con una muestra de sangre de mi familia lograron encontrarme a 2.000 kilómetros de mi verdadero hogar.
Y también es un milagro que el EAAF, con una gota de mi sangre, haya logrado identificar los restos de mi papá que estaban en Uruguay desde mayo del ´76.
Por todo esto pienso que antes que el espanto de lo que nos pasó, está la fuerza del milagro. Y todo cobra otro sentido.

Porque la lucha de las Abuelas y de los organismos; el trabajo del EAAF y el compromiso de tantas personas anónimas, permitieron devolverle la dignidad a mi papá, y que dejara de ser un NN en una tumba en las costas de Uruguay.

Porque 36 años atrás mi papá tenía solamente 20 años y fue un Estado genocida el que lo tiró al mar desde un avión. Y pienso en que mi hijo mayor tiene la misma edad que su abuelo, y estoy agradecida de que sea el mismo Estado argentino, pero esta vez conducido por personas comprometidas, el que tiene como uno de sus pilares la defensa y promoción irrestricta de los derechos humanos, el que permite que mis hijos, los nietos de Toti, puedan levantar con libertad la bandera de la militancia. Más aún, mientras algunos siguen insistiendo con el olvido o con que están “hartos de la dictadura”, nosotros nos hacemos cargo de la historia, por muy dolorosa que sea, y al desenterrar a nuestros seres queridos les devolvemos la dignidad.

Porque quiero trasmitir a aquellos que aun no dieron sangre para identificar a sus familiares, toda la paz que da saber la verdad y poder decidir el destino de los restos de nuestros seres queridos. Porque nos hace mejores, como argentinos, cada vez que podemos identificarlos y cantar con más fuerza “no nos han vencido”.

Mi papá es uno de los “cuerpos” que denuncia Rodolfo Walsh en su Carta Abierta a la Junta Militar y es la prueba cabal en sí mismo del macabro accionar de la última dictadura cívico-militar. Pero por sobre todas las cosas es mi papá. Es el abuelo de mis hijos. Es el hermano de mis tíos. Es al que hace un tiempo atrás empecé a extrañar y es quien de alguna forma, junto al acompañamiento de mi familia, me ayudó y me ayuda a acomodar la verdad, que es la que “alumbra lo que perdura”, lo que seguiremos construyendo.

Muchas gracias a todos por todo.

Victoria Montenegro
23 de mayo de 2012


martes, 22 de mayo de 2012

Tráfico de mujeres: Caso Andrea López


ANDREA LOPEZ: pampeana desaparecida
Estamos tratando de nacionalizar la búsqueda de Andrea López.
Andrea López, de 24 años, desapareció en la madrugada del 9 de febrero de 2004. Estaba con su pareja, el ex boxeador Víctor Purreta, quien después fue condenado por "facilitación de la prostitución", por obligar a Andrea a ejercer la prostitución de manera cruenta y con mucha violencia.
Desde entonces no hay rastros de ella y pensamos que fue entregada a una red de trata de personas, ya que hay indicios de que está con vida.
En los límites provinciales, la búsqueda de Andrea López se redujo a las acciones formales. El juez de la causa, Jorge Luis Howe, nunca aceptó la colaboración de los organismos nacionales. Y el resto de los organismos provinciales, entre ellos la recientemente creada Secretaría de Derechos Humanos, poco viene logrando en términos de su búsqueda y agilización de la investigación. Hay muchos baches en ella, ha faltado hasta ahora voluntad política por facilitar las cosas o al menos la coordinación de estamentos. Entre otras, la tenencia de Carlitos, el hijo de Andrea López y Victor Purreta, que ya tiene ocho años. En este momento Carlitos no tiene tutela lo que constituye una aberración jurídica y una violación de los derechos del niño consagrados en la Constitución Nacional. Hace muy poco, le dieron sólo la guarda a la abuela materna, Julia Ferreyra. Esto hace que Julia no pueda constituirse en querellante, -lo impide el Código Procesal pampeano- y por tanto tener acceso a los expedientes y saber qué se ha obrado hasta el momento en la investigación POLICIAL.
El caso de Andrea es una maraña en varios aspectos. Por ejemplo, la actual jueza de Menores, CRISTINA BALADRON, que determinó no darle la tenencia del nene a Julia, es la que defendiera a Purreta en el juicio por proxenetismo, como Defensora del Estado (es jueza desde el 2006) y quien palmeara la espalda de Purreta para que deje de golpear a Andrea con anterioridad, cuando estaban juntos, en ocasión de una Audiencia de Conciliación y Acuerdo que en ese momento la ley Provincial de Violencia n° 1918 estipulaba de manera CONJUNTA: GOLPEDOR Y GOLPEADA. Esto se logró modificar luego de algunas acciones de mujeres el año pasado.
En este momento, la carpeta que contiene los datos de la desaparición de Andrea López está en manos del subcomisario Jorge Fernández, jefe del Departamento de Desaparición de Personas de la Policía Federal. Fue la conclusión de una serie de entrevistas que mantuvo la madre de Andrea, Julia Ferreyra, con integrantes del gobierno nacional para interiorizarlos del caso. La mamá de Andrea, fue acompañada por la referente del Programa Antiimpunidad de La Pampa, Silvia González, y mantuvo entrevistas con Leonardo Fernández, quien está a cargo del área de trata de blancas del programa y trabajó con el caso de Marita Verón, la chica que desapareció en Tucumán, y su madre, Susana Trimarco.
También se reunió con la asesora del ministro del Interior Aníbal Fernández, María Jesús Pló. Muchos de estos cambios tienen que ver con la difusión del informe de la Oficina de Migraciones y el premio que recibió Susana Trimarco, el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje que le otorgó la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en nombre del gobierno de los Estados Unidos.
Otra de las entrevistas fue con el presidente de Red Solidaria, Juan Karr.
El día de esa reunión, Karr difundió el caso de Andrea López en los programas de Canal 7 y apareció con una foto de la joven pampeana.
También la foto de Andrea está en el sitio de Red Solidaria, una página muy consultada.
Una ayuda muy importante significó la publicación de la compañera Zulema Palma en su mailing de Mujeres del Oeste. Este a su vez, hizo que se incorpore la causa de Andrea en los movimientos de mujeres contra la trata, y la ultima marcha realizada frente al Congreso Nacional, fue publicado por Página 12, el 4 de abril.
Están previstas reuniones de Julia Ferreyra, la mamá de Andrea, con el procurador de la Nación, Esteban Riggi, y el director de la OFAVI (Oficina de Asistencia Integral a la Víctima de Delito), Eugenio Freixas. Esta oficina, una especie de fiscalía, está dedicada a los delitos de índole sexual y a la trata de blancas. A su vez, se verán en breve con la diputada nacional kirchnerista Stella Maris Córdoba, quien trabaja en el proyecto para tipificar los delitos relacionados con la trata de personas y las redes de prostitución que funcionan en la Argentina, cuyas características exigen que sean considerados delitos federales.
Pedimos por favor toda ayuda que pueda ser brindada para difundir su búsqueda. Quienes tengan acceso a publicaciones o medios de comunicación o conozcan a alguien por favor compartan esta información. Darla a conocer, comunicar la desaparición de ANDREA, ayudará a encontrarla y generará conciencia sobre el flagelo social que es la trata de Personas, la prostitución forzada de mujeres.
Teléfonos para notas o averiguaciones:
  • Julia Ferreyra: 02954- 456766
  • Mirta Fiorucci (Mujeres por la Solidaridad): 02954-15 558212
  • Silvia González: 02954- 15 497271
  • Andrea López
Muchas gracias.
Mujeres por la Solidaridad
La Pampa- Argentina
http://www.derechos.org/nizkor/arg/doc/andrea.html

lunes, 21 de mayo de 2012

Gendarmería Nacional secuestró 840 kg de cocaína - video

Gendarmería Nacional secuestró 840 kg de cocaína

Garré en conferencia de prensa.
La Gendarmería Nacional Argentina secuestró esta madrugada más de 840 kilos de cocaína ocultos en un camión térmico y detuvo a una persona en un procedimiento en la localidad bonaerense de Pergamino.
El operativo tuvo lugar en el kilómetro 102 de la ruta nacional 8, a la altura del peaje “Solís”, durante un control vehicular realizado por el Escuadrón Vial “Pergamino” en el marco de un programa de prevención diseñado por el Ministerio de Seguridad.
“Con este procedimiento, en lo que va de 2012 las 4 fuerzas de seguridad federales secuestraron 2.694,4 kg de cocaína y 45.072,9 kg de marihuana. Esto es un incremento de 43,4 por ciento de incautación de cocaína y de 19,84 por ciento de marihuana, con relación al mismo periodo del año anterior”, explicó Garré en conferencia de prensa.



“Las cifras de incautaciones y de organizaciones de narcotraficantes desbaratadas expresan los resultados de los programas del Gobierno Nacional de lucha contra el delito complejo. Quiero extender mis felicitaciones a esta patrulla que tuvo una percepción muy fina y profesional a la hora de realizar el control en Pergamino”, señaló la ministra.
El procedimiento tuvo lugar alrededor de las 5.30 hs. Los gendarmes hicieron detener la marcha de un camión térmico marca Volkswagen que iba hacia Capital Federal. Al revisarlo, uno de los gendarmes identificó remaches demasiado nuevos para el modelo del vehículo, por lo que requirió la presencia de perros entrenados para detectar drogas.
De esta forma fueron secuestrados 805 panes prensados de cocaína, con un peso de 841,699 kg, embutidos en las paredes y techo de este camión.
La droga que tiene un avalúo aproximado de 21 millones de dólares en el mercado ilegal.
El conductor del camión, que provenía de la provincia de Tucumán, quedó detenido a disposición de la justicia.
Interviene en la causa el Juzgado Federal de Mercedes a cargo de Héctor Echave, Secretaría Penal N° 2 de Jorge Cubelli.
MINISTERIO DE SEGURIDAD
COMUNICADO DE PRENSA N° 263

http://www.minseg.gob.ar/gendarmer%C3%ADa-nacional-secuestr%C3%B3-840-kg-de-coca%C3%ADna

Enlaces

-Operativo Luis XV: Nuevas detenciones y ascensos a personal policial - video

-"Habla el general (RE) SUÁREZ MASON : "Nunca fui blando" + dos video

-PSA desarticula organización narco

PSA secuestró más de 160 mil Euros ocultos en cartones de cigarrillos

ueves, 17 de mayo de 2012

PSA secuestró más de 160 mil Euros ocultos en cartones de cigarrillos

Euros secuestrados envueltos en atados de cigarrillos.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo a una mujer que intentó salir del país con 168.500 euros ocultos en cartones de cigarrillos, en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
El procedimiento policial tuvo lugar el domingo pasado, cuando la mujer, de origen chino y nacionalizada argentina, se dirigía a la ciudad de Doha, Qatar.
Al realizar el control de seguridad en la máquina de rayos X, los policías detectaron que en el interior del bolso de mano que había varios bultos dispuestos en forma dudosa.
Ante la presencia de testigos, los oficiales de la PSA requisaron el equipaje y constataron la presencia de dos cartones de cigarrillos con la inscripción “MARLBORO” y sus respectivos paquetes, los cuales contenían 14 envoltorios confeccionados con papel aluminio.
Cada uno de estos fajos, cuidadosamente envueltos y disimulados entre los cigarrillos, tenía billetes de 500 euros, totalizando la cifra de 168.500.
La mujer, que dijo ser empleada y domiciliada en la localidad bonaerense de San Martín, también llevaba en sus bolsillos mil dólares y dos pasajes para las ciudades chinas de Hong Kong y Xiamen.
Interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 6 a cargo de Jorge Brugo, Secretaría N° 11 de Javier Krause Mayol.

http://www.minseg.gob.ar/psa-secuestr%C3%B3-m%C3%A1s-de-160-mil-euros-ocultos-en-cartones-de-cigarrillos

domingo, 20 de mayo de 2012

HABLAN LOS HIJOS DEL MEDICO Y EX INTENDENTE DE LIBERTADOR GENERAL SAN MARTIN DESAPARECIDO LUIS AREDEZ - “Se está rompiendo el miedo”

El ex intendente de Libertador General San Martín Luis Arédez y su esposa Olga Márquez con sus cuatro hijos: Ricardo, Adriana, Olga y Luis.


HABLAN LOS HIJOS DEL MEDICO Y EX INTENDENTE DE LIBERTADOR GENERAL SAN MARTIN DESAPARECIDO LUIS AREDEZ

“Se está rompiendo el miedo”

Olga, Adriana, Luis y Ricardo son los hijos de Luis y Olga Arédez. Hablan de la citación del dueño del Ingenio Ledesma por la desaparición de su padre. “Es el fin de una etapa”, dicen. Esperan que las personas del pueblo aporten información a la causa.


 Por Adriana Meyer
“Los Blaquier son responsables de tres genocidios, el aborigen, el terrorismo de Estado y el ambiental”, dice Adriana Arédez, una de las hijos del matrimonio que durante cuatro décadas enfrentó al poderoso ingenio azucarero de Jujuy. Página/12 dialogó con ella y sus tres hermanos sobre el inicio y los efectos del juicio en el que Carlos Pedro Blaquier, sus empleados y policías jujeños están imputados por el secuestro y la desaparición de su padre, el médico y ex intendente de Libertador General San Martín Luis Arédez, entre otras víctimas de la dictadura cívico-militar en esa provincia. Adriana sigue al detalle el expediente y expresa tanto su furia porque todavía hay una “impunidad insoportable” como su esperanza cuando dice que “se está rompiendo el miedo”. Coincide con su hermana Olga en lo que llaman “la diferencia ética entre Arédez y Blaquier” y muestran copias de los estudios cardíacos de su padre. “También padecía arritmias, pero jamás se le ocurrió faltar por eso al municipio, y no tuvo que hacer interconsultas en países extranjeros, en cambio Blaquier lo usa como excusa para escaparse al exterior”, dicen.
La mayor, Olga –56 años dos hijos–, es médica psiquiatra y vive en Villa del Rosario, Córdoba. Adriana, casi un año menor, tiene cuatro hijos, es técnica en Parques, participó en Salta junto a su madre de la fundación de Madres y Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en esa provincia, luego se mudó a Catamarca y ahora se trasladó a Tilcara para participar en forma activa en su rol de querellante. Luis, de 53 años, tiene dos hijas, es empleado público y vive en Tucumán, y el menor, Ricardo, tiene 52, es soltero y trabaja en la Universidad de Buenos Aires.
–¿Pensaron que alguna vez iba a llegar este momento?
Ricardo:–No hasta que hubiera un cambio de jueces en Jujuy que puedan llevar adelante una justicia justa, tan necesaria en nuestra provincia. Los sucesivos gobiernos en Ledesma nunca reconocieron la lucha de las Madres en nuestro lugar, como sí lo hizo Néstor Kirchner. Cuando asumió (el juez Fernando) Poviña preferimos esperar, no hacernos ilusiones porque si no nos enfermamos. He visto morir a madres y padres esperando, pero parece que la hora va llegando, necesito saber que va a ser así.
Adriana: –Ni muerta me resigno, mi vieja se murió, pero dejó todo para que sigamos. Vamos a llegar a una sentencia como la que debe corresponder a estos genocidas civiles que han cometido tres genocidios: el aborigen, cuando expulsaron a todos del cerro Calilegua, los fusilaban mientras ellos se defendían con arcos y flechas; el segundo fue el terrorismo de Estado, y el tercero es el ambiental, sobre el cual el Estado provincial sigue haciendo oídos sordos. No reconocen ni registran los muertos por bagazosis, siguen poniendo en los certificados que son alergias. Eso te habla de la complicidad del poder económico y provincial. El gobernador (Eduardo) Fellner dice que hay que investigar, cuando estuvo vinculado con el equipo de abogados de Blaquier. Todo es muy tramposo, hay que conocer muy bien lo que pasa acá.
Luis: –Pensé que al iniciarse el proceso penal los primeros en ser citados iban a ser los represores de menor jerarquía, como (Mario) Patané o (Juan) Kairuz, por aquello de que el hilo se corta por lo más fino, fue una sorpresa cuando llamaron a (Alberto) Lemos y a Blaquier. Pero creo que los acontecimientos del año pasado, a partir de la marcha 28 del Apagón, la toma de tierras y su represión con cuatro muertos, la movilización en Libertador en reclamo de justicia por esos asesinatos de los que aún no se sabe nada, las movilizaciones por la morosidad en las causas por delitos de lesa humanidad del ex juez Olivera Pastor, la designación de un nuevo juez, la unificación de las causas y los allanamientos marcan un encadenamiento de hechos que inevitablemente debía concluir con una clara y firme intervención de la Justicia, era insostenible seguir con actitudes dilatorias. Para tener una dimensión, son 35 años de movilizaciones y reclamos de justicia ante cien años de impunidad.
Olga: –Los organismos de derechos humanos, nosotros como familiares de víctimas el terrorismo de Estado, nuestros representantes legales avanzamos constantemente hacia la búsqueda de justicia, así es que sí, lo pensé. Tengo buenas expectativas en esta lucha de poderes donde no debemos dejar de apoyar a nuestra Presidenta en la consolidación del modelo, que llevará un tiempo para implementar los cambios que desearon y por los que dieron la vida nuestros queridos desaparecidos.
–¿Qué les produce la no comparecencia de Blaquier en la indagatoria y la posibilidad de que se haya ido del país?
A.:–(Furiosa.) Estuve con el juez de la causa luego de la declaración de (el ex administrador Alberto) Lemos, y se burlan de todo, es una impunidad insoportable. Hizo un descargo por escrito, fue a la hora que quiso porque no quería tener una movilización ni un pañuelo blanco cerca, los odian. Y puso sus condiciones. El juez le dijo que mientras no estuviera el fiscal no podía indagarlo, y como el fiscal es un heredado de Olivera Pastor apareció subordinado a los poderes y le tomó declaración. Además mintió, dice que era muy amigo de mi papá, que veían partidos de fútbol juntos y eso es imposible, no hubiera estado ni un segundo mi padre con una persona así. Y niega haber recibido a mi madre, siendo que yo la llevé en el auto con una amiga que la acompañó a entrevistarlo. (En esa reunión Lemos reconoció que la empresa había aportado los vehículos para los secuestros) Le voy a contestar una por una sus mentiras. Pero me moriré siendo optimista, con mi hermano llevamos adelante la imputación de los civiles empresarios, que son responsables de los 30 mil desaparecidos, ellos pagaron por un golpe de Estado, pusieron todo lo que tenían a su alcance para eliminar gente. Esto coincide con las declaraciones de (Jorge Rafael) Videla, que los empresarios les pedían 10 mil desaparecidos más. Ahora empezó el juzgamiento de civiles en Argentina, y juristas nos dicen que éste va camino a ser un caso testigo. Respecto de Blaquier, tenía la intuición de que se iba a escapar y lo advertí, tienen 200 kilómetros de frontera a su disposición, pistas y aviones privados. Dice que está enfermo para no asistir a la imputación, para evitar responder qué hizo con mi padre y los desaparecidos de la provincia. Hay que constatar con nuestros peritos si esto es cierto, pero tiene que ser en horas, no días. El espionaje a la marcha de 2005 lo hizo una empresa que ellos tercerizaban, World división-psicología industrial, que hizo inteligencia, no psicología. Hicimos un amparo y hablamos con la ministra (Nilda) Garré pero falta que un fiscal impulse una denuncia, porque hicieron espionaje en democracia, violación de la ley de datos personales de los ciudadanos y tareas de inteligencia reservadas para el Estado, claramente prácticas de terrorismo de Estado que nunca abandonó la empresa Ledesma.
–Entonces, ¿persiste cierta impunidad pero también se está quebrando el pacto de silencio?
A.: –Existen muchas pruebas testimoniales, muchos perseguidos políticos, hay material fílmico, académico y siguen llegando pruebas, del allanamiento al barrio Los Perales, donde sus abogados tienen domicilio legal, se llevaron de todo, había cosas de mi padre y de (Jorge) Weisz, de (Carlos) Patrignani, de dirigentes gremiales desaparecidos. Hay gente que quiere ir a denunciar espontáneamente, nos están llamando todos los días. Y sí, se está rompiendo el miedo, esto tiene que llegar al final y tiene que ver con una decisión política en ese sentido.
R.:–El nuevo directorio de Ledesma son hijos de Carlos y Nelly Arrieta. Quisiera sentir que en la próxima marcha del Apagón el pueblo no nos siga viendo a escondidas, sino que acompañe esta resistencia con la que conseguimos cambiar algo en la Justicia. Tengo expectativa de que algo cambie en el pueblo, que nos ayuden de una vez por todas, mucha gente sabe dónde están nuestros desaparecidos, a ver si ahora se animan a hablar porque ahí se sabe quién colaboró, quién hizo espionaje, e incluso dónde están enterrados. Mi papá era muy querido por la gente y los hijos de los que ya no viven deben haber transmitido ese compromiso, quiero ver a la gente con memoria perder el miedo y acompañar nuestro reclamo porque creo que quieren algo distinto, no morirse de miedo por perder el trabajo o por ser investigado. Ese lugar está tomado desde hace siglos, tiene que dejar de vivir en el miedo.
L.: –Más de tres décadas de pelea con un enemigo poderosísimo nos han vuelto pacientes, el solo hecho de que la Justicia Federal reclame la presencia de estos individuos para que expliquen su conocimiento y participación en la represión en Ledesma es un acontecimiento relevante y marca el fin de una etapa inédita. Pienso en la cantidad de madres, padres, hermanos, hijos y nietos que comenzaron esta lucha en esta provincia y por causa de muerte, enfermedad, autoexilio, desaliento o depresión no llegaron a vivir la esperanza de estas horas. Que la impunidad continúe o no, depende del oportuno accionar de la Justicia y la actitud que nosotros adoptemos al seguir con atención el proceso del doctor Poviña.
O.: –La impunidad sigue porque esto es un proceso que implica etapas que, evidentemente, se están cumpliendo.
–¿Cómo afecta esta influencia de los Blaquier en la vida cotidiana de Libertador General San Martín?
R.: –Me acuerdo de algo impresionante. En la marcha de 2005, cuando el doctor (Norberto) Liwsky había terminado de hablar en el acto, al lado de María Adela Antokoletz, la gente se acercó a aportarle pruebas. Y cuando se iba, casi llegando al río Ledesma, donde dicen que secuestraron a mi padre, le robaron el maletín con todo. Y hace pocos días, el intento de secuestro al nieto de (Hugo) Condorí (ex preso político y querellante). Están ahí, nunca se fueron pero los conocemos a todos. Hay que ganarles como pueblo para vivir en un lugar digno y seguro, ganar el espacio.
A.:–La gente siempre resistió pero Ledesma responde con balas y muerte, como pasó en el desalojo a los ocupantes del Triángulo hace casi un año, con desaparecidos, secuestros, torturas, con prestar sus vehículos y la infraestructura y personal para cometer delitos, reconocidos como de lesa humanidad. Lo de las tierras va a ser siempre un problema, ellos no pagan impuestos aún hoy, lo negocian con cargos políticos y prebendas, mientras los trabajadores despedidos no tienen dónde ir. La ordenanza 84 que estableció mi papá cuando era intendente, en 1973, para erradicar las villas hablaba de 400 hectáreas como pago de un mes de impuestos. Festejan sus cien años como empresa de capital nacional y es mentira, dicen que dan trabajo a 7 mil familias y echan a 2 mil. La gente está cercada por cañaverales, todo es caña, por eso van a seguir tomando tierras. La ordenanza existe y el gobierno provincial debió expropiar, pero tras la muerte de tres personas sólo negociaron 14 hectáreas. Mi papá fue intendente sólo siete meses, y quería hacer cumplir las leyes sociales de 1945, que el hospital no sea una empresa privada, que los trabajadores recibieran medicamentos. Allanaron todas las casas para hacer desaparecer esa ordenanza pero no lo lograron, hay historiadores que la tenían y con lo que ellos escribieron nos nutrimos los hijos.
L.: –En 1959, cuando mi padre fue cesanteado por la empresa no consiguió que nadie le alquilara ni una pieza, por eso se fue a Tilcara. Y hoy es igual. La dominación de los Blaquier no puede entenderse sin la participación de los gobiernos municipal y provincial, por acción u omisión. El ejemplo más claro es la toma de tierras en Libertador General San Martín de fines de julio del año pasado y la sangrienta represión de comienzos de agosto. El problema habitacional es desesperante, mientras las autoridades municipales no reclamaban a Ledesma (única propietaria de la zona) la cesión de nuevos terrenos y tampoco solicitaban a la Legislatura provincial la expropiación de estos inmuebles, el gobierno de la provincia no se daba por enterado y miraba para otro lado. La Legislatura de la provincia creó una comisión investigadora de estos hechos, no duró una semana, aprovecharon que un funcionario citado no se presentó a declarar y se disolvió sin pena ni gloria. El poder real allí es el poder económico, bastó que la empresa diera por clausurado el diálogo y denunciara usurpación de tierras para que la Justicia provincial mandara reprimir, y el Ejecutivo junto con el Legislativo por no querer contrariar los deseos de la empresa y no cumplir oportunamente con sus obligaciones de gobierno, terminaron siendo corresponsables de esa tragedia.
O.: –Por haber vivido y tener contacto con la población actual, y con los que debieron emigrar aun contra su voluntad, hay un pacto de miedo y silencio instalado y naturalizado que se puede resumir en esta frase: “No hables del Ingenio Ledesma porque puedes quedarte vos o tus allegados sin trabajo, te pueden perseguir, no te van a dejar tranquilo ni a vos ni a tus familiares o te puede pasar lo mismo que al doctor Arédez”.

El ex presidente Néstor Kirchner con Olga Arédez. La esposa del ex intendente desaparecido fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo de Jujuy y marchó todos los jueves, incluso durante mucho tiempo sola, alrededor de la plaza de su pueblo. Murió a causa de la bagazosis, una enfermedad provocada por la contaminación del ingenio.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-194481-2012-05-20.html

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sábado, 19 de mayo de 2012

Circuito Camps: comienzan a relatar la triste historia de la familia De la Cuadra

Circuito Camps: comienzan a relatar la triste historia de la familia De la Cuadra


En una nueva audiencia del juicio que acusa a 25 represores por delitos de lesa humanidad en centros clandestinos de La Plata, víctimas y familiares de víctimas describieron más ejemplos de los centros de exterminio instalados en la Ciudad. Estela de la Cuadra comenzó su testimonio de más de cuatro familiares desaparecidos.


(Fuente: Ramiro Laterza - Diariohoy.net)

   
Carlos Renato De Ángelis relató en la audiencia del martes, la desaparición de sus cuatro miembros de su familia: su primo hermano Rubén de Angelis, casado con María Adela Garín, que estaba embarazada de dos meses. Y su hermano, secuestrado en Mar del Plata, Oscar de Angelis, casado con Laura Delma Godoy, también embarazada.
"Éramos un grupo familiar muy unido en Mar Del Plata", relató; fueron juntos al colegio Mariano Moreno, y su primo Rubén se vino a La Plata a estudiar Medicina, "hizo una excelente carrera, se recibió con los mejores promedios, era cardiólogo... tiene una placa en el Hospital San Martin porque fue Jefe de Residentes". Al momento de su secuestro tenía 27 años.
Había participado en el Centro de Estudiantes de la Facultad, pero no pertenecía a ninguna organización política.
A María Adelia Garín la había conocido en la Facultad, ella se había recibido de Pediatra y trabajaba (como contó su hermana María Angélica Garín en la audiencia del 3 de Marzo) en el Hospital San Ramón de Quilmes.
Se habían casado el 19 de Enero de 1976, ahí fue la última vez que Rubén vio a su primo y a María Adelia.  Porque 24 días después, el 13 de enero de 1977 un grupo parapolicial secuestró a María Adelia de 29 años en su trabajo de Quilmes, y a la vuelta, secuestraron a Rubén en su casa.  La familia se enteró a través de una pariente que era farmacéutica en La Plata. Así su padre vino desde Mar del plata, presentó Habeas Corpus, recogió información, pero nunca pudo dar vuelta la historia: Rubén nunca apareció.
Estuvo secuestrado en el Regimiento 7 de Infantería de La Plata, y también en City Bell, en el Batallón de Comunicaciones 601, y esa es la última información recibida por distintos testigos.
Por otro lado, María Adelia estuvo detenida en la Comisaría Quinta, en el Garage Azopardo, Pozo de Quilmes, y finalmente encontraron sus restos en una fosa común del cementerio de Avellaneda, allí se comprobó qué había sido mamá, sin embargo el bebé fue apropiado,  y nunca se supo nada de él o ella.
Carlos Renato, en su testimonió concluyó contando la historia de su hermano Oscar y su cuñada Laura, que fueron detenidos en Mar del Plata el 28/11/77. Ellos, hacía un mes y medio que se habían casado, y estudiaban Derecho en la Universidad Católica y trabajaban. Ella estaba embarazada, tenía 20 años. Él, 21. Ambos están desaparecidos.
Ella le propuso a su hermano ser el padrino de su primer hijo, pero nunca más lo volvió a ver
La familia es de la ciudad de Tres Lomas. Su hermano Mario Coroná se fue de allí a los 12 años, a estudiar a una escuela Agraria  y en 1972 se había ido a La Plata, para cumplir su sueño de estudiar psicología. "Cuando vine lo vi marchar con la JUP, aunque luego me dijeron que había pasado a Montoneros". Para año nuevo se habían comunicado y Dolores le había propuesto ser el padrino de su primer hijo. Esa fue la última vez que hablaron.
Su hermano fue desaparecido en Enero del 77 cuando tenía 24 años; lo capturaron en la calle, "en cercanías de la plaza moreno", relató su hermana, y dijo que un testimonio que lo vio, estaba secuestrado en la BILP, "tenía una herida de arma de fuego en la espalda, y no lo atendían y la herida empeoraba".
"Nacimos de vuelta. Nací ahí"
Angélica Adelaida Campi en 1977 era Arquitecta y tenía un cargo oficial en la parte Técnica de la Corte Suprema de Justicia. Estaba de novia con un Guillermo Abel Almarza, e iban juntos por la calle el 8 de Febrero cuando fueron reducidos y metidos en un auto.
Serían 52 días de secuestros en el cual cambiarían su vida. Recibiría torturas sin saber porqué estaba ahí, y nunca más estaría con su novio.
Se dirigieron "en un trayecto no muy largo", tabicados y con las manos atadas, a lo que luego se enterarían que era Brigada de Investigaciones, Almarza venía en el baúl. Al llegar los ponen a ambos en una celda "donde había mucha gente", después de unos días los meten a ambos nuevamente en el auto, de la misma forma, y los llevan a "un lugar descampado, donde se escuchaba un tren", el que luego supieron era el Pozo de Arana. "Fue uno de los peores momentos de mi vida porque pensé que me iban a matar", relató Angélica y dijo que quienes la llevaban iban discutiendo de qué manera la iban a asesinar.
En ese momento fue cuando no vio nunca más a su novio. Llegó a una celda y "por debajo de la venda de los ojos vi que había mucha gente tirada en el piso muy lastimada, quejándose", describió; "realmente era un momento de mucha tensión". Me metieron con dos mujeres, una de ellas embarazada, "tenía los pies muy hinchados". "¿Conoció a algún otro detenido allí"?- le preguntaron desde el Tribunal: "Yo me la pasaba llorando todo el tiempo, así que era imposible hablar conmigo".
Después la llevaron a un determinado lugar, "me preguntaron formalmente qué hacía yo", allí la hicieron desnudar y la tiraron en "una especie de colchón de alambre", y le pasaron la picana... "bueno yo no tenía nada para decir así que me dejaron".
A los días vuelve a la Brigada. Estuvo todos los días con una tal Vilma Susana. Finalmente la liberaron el 27 de Marzo. Cuando llegó a su casa, los padres estaban destrozados, su mama en la cama y su papá, un funcionario de la Corte, había tramitado en múltiples lugares para la liberación de su hija. Se había reunido con Ramón Camps quien le dijo "cuando su hija salga, que me venga a ver", cosa que no sucedió. Además durante los siguientes tres meses, un oficial iba a "visitarme a casa, dábamos vueltas por la Ciudad hablando incoherencias", hasta que un día le dijo que se vaya a hacer el documento nuevo, y a partir de allí no volvió más.
Además relató que desde el Poder Judicial la obligaron a renunciar, y le recomendaron al padre que "no presente Habeas Corpus". La querella pidió al Tribunal que se oficie una búsqueda de quienes eran los jefes de aquel momento.
"Nacimos de vuelta, nací ahí", dijo como para hacer un corte en el testimonio que refleje el corte que sufrió en su vida durante aquel tormento.
Los restos de Guillermo Abel Almarsa, relató, fueron hallados a comienzós de los 90´por el Equipo de Antropología Forense en el Cementerio de La Plata. Ninguna de las partes tenía esta información, y es relevante porque ya han aparecido otros datos de secuestrados que finalmente fueron asesinados, y esto complementa la actuación que se puede realizar contra los represores por casos de homicidios.
"¿Estuvo usted secuestrado durante la última dictadura militar?"
Ante la pregunta, dijo: "Aclaro que esto ya lo declaré como cinco veces", comenzó el relato de Diego Barreda
"Fui secuestrado el 14 de Julio de 1978 llegando de mi trabajo a mi casa de Ringuelet en 509 entre 10 y 11". Era un grupo de civil entre 6 y 10 personas que lo tabicaron y lo tiraron en la caja de una camioneta donde había otro detenido. La patota no era de La plata, porque no sabían los números de las calles, pero de todas maneras "se las ingeniaron para llegar al Camino Centenario".
"Llegué a un lugar donde me tomaron la presión", relató Barreda como una anécdota. Era el Pozo de Quilmes.  "Al rato me llevaron a "la parrilla" donde me metieron picana y me desvanecí varias veces". Le pusieron a un "quebrado" al lado para que certifique todo lo que el torturado no decía. "Un quebrado es alguien que carece de objetividad y voluntad y que, ante lo que le quieran atribuir no da más y dice todo que sí, entonces me inculcan todo lo que él decía".  Estuvo tres días ahí y es llevado al Pozo de Banfield.
Allí lo pusieron en una celda con el "quebrado" y con un estudiante de arquitectura, a quien lo largan a los 15 días. "El otro, Rodolfo Nani, estuvo conmigo hasta el Consejo de Guerra", adelanta Barreda como anticipando un final inesperado. Relató que había una mujer uruguaya llamada María Artigas que estaba embarazada y fue asesinada: "me había pedido que busque la nena, ella sabía que se la iban a quitar, no es de mucho intelectualidad saber que a ella la iban a matar... esta compañera tuvo ahí la nena, yo escuché el llanto cuando la nena nació pero María no apareció".
A los tres meses fue a parar a la Comisaría Octava de La Plata, "era para algunos la situación previa al blanqueo", pero..."un oficial me dijo que había un cuello de botella en mi casa", o sea que no lo podrían liberar. "En esta comisaría había un destacamento policial normal adelante y un centro clandestino atrás". Estuvo un mes en esa situación, hasta que un coronel se sentó con él, le apoyó una pistola en el escritorio (para ver si la agarraba) y le dijo que iba a ir a un consejo de Guerra.  Ahí lo llevan a villa devoto..."en el consejo de guerra me interrogaron un poco más, yo seguí negando, y se declararon incompetentes"; siguió en Devoto un tiempo y después lo mandaron a blanquear a la unidad 9. "Allí me engordaron y me bañaron, como se solía hacer".
Retomó y dijo: "Creo que a los efectos de lo que tenía que declarar hoy, entiendo que tiene que ver con los compañeros con quienes estuve durante un mes en comisaria 8°; aclaro que hicimos un reconocimiento con usted (mirando a Rozansky) y con Julio López, que además de ser albañiles éramos dos blanqueados en la octava".
"Era una condena para mi estar con una persona que ni se animaba a pedir agua ese era su deterioro físico y psicológico", relató por Nani.
Contó que una noche metieron en su celda a tres personas más que venían de 18 meses de secuestro; se quedaron conversando durante 4 horas. Resultaban ser Baratti, Bonin (quien trabajaba en el Astillero Río Santiago, al igual que quien daba el testimonio) y Fracaroli. Ellos creían que estaban ahí porque los iban a matar. Allí fue que Bonin le dijo: "si volvés al Astillero y si encuentran mis huesos, mi voluntad es que mis huesos estén en la entrada del Taller de Escultura del Astillero de Rio Santiago porque ese es mi mundo". La mañana siguiente los sacan y nunca más los volvería a ver. "Fueron fusilados, otro término no hay".
Fue blanqueado luego en la Unidad 9 y posteriormente recuperó la libertad; allí se negó a irse del país, a pesar de que dos legisladores norteamericanos ya lo tenían todo organizado, "las madres no me creían".
Estela de la Cuadra: relato de una mujer que le secuestraron hasta la casa
"Estela, buenas tardes, queremos que nos comentes si tenés algún familiar que estuvo desaparecido durante la última dictadura militar"... y comenzó la lista:
Su Hermano, Roberto José De la Cuadra, hermana Helena de La Cuadra (embarazada), cuñado Hector Baratti (el único que aparecieron sus restos), también su marido; y su hijo estuvo algunos meses desaparecido. "También se quedaron con mi casa, hasta la actualidad", remató sarcásticamente, como riéndose de su propia tragedia.
Durante esta audiencia del martes 17 de Abril, a razón de que ya eran las 20 hs, sólo relató las desapariciones de su hermano y su hermana, pero con un orden, una precisión y un conocimiento del marco político y contextual intachable.
Durante la noche del 2 de Septiembre del 76, cuando el clima era extremamente complicado para las organizaciones políticas, Roberto José De la Cuadra estaba "teniendo una reunión sindical" en la casa de sus padres (aunque tenía su familia y su casa propia), junto a sus compañeros: Raúl Bonaffini (trabajador de YPF) y Daniel Sampedro. Roberto les contó que el día anterior había estado repartiendo volantes clandestinamente en el baño de la Destilería, contra la expedición horaria: "Ellos habían conseguido trabajo de 6 horas y la dictadura lo había vuelto a 8hs"; sin embargo un delegado del sindicato SUPE, lo vio.  
"¿Qué domicilio tenés en el trabajo?", preguntó Bonafini. La casa de sus padres, fue la respuesta y la exigencia, ahímismo, de sus compañeros: "Rajemos de acá".
Cuando la patota llegó a buscarlo a la casa de sus padres en 65 y 12, los militantes ya no estaban. Se la comienzan a llevar a la madre Alicia, hasta que luego de bajar el ascensor se cruzaron con Roberto que volvía a dejarles el auto: "¿Lo conoces?", le preguntaron a la señora. "Nunca lo vi en mi vida", respondió "Licha" de la Cuadra, futura fundadora de las Madres. Finalmente uno de los policías lo reconoció, se lo llevaron, y a la señora la dejaron volver a su casa.
La esposa de Roberto, Gladys, al enterarse del secuestro fue a buscar su expediente a YPF para realizar un  Habeas Corpus, pero la detuvieron durante un tiempo: "ella no está en condiciones de declarar", resumió Estela.
Luego realizó un extenso relato sobre la búsqueda de sus padres por Roberto José: análisis de los archivos de la DIPBA, restos encontrados por la zona de Berisso. También hizo una amplia y justificada denuncia de que los delegados de la fábrica, del sindicato SUPE, la "burocracia sindical",  participó dándole la mano a la patronal", en el secuestro de Roberto José, sus compañeros y otros trabajadores "de militancia sindical anti burocrática".
Roberto José fue visto en Comisaria Quinta: "La primer noticia que tenemos es que Elenita manda un mensaje con una compañera que había compartido cautiverio y dice estoy bien, el embarazo sigue, están Roberto José y mi marido (Héctor Baratti)".
Allí Estela, muy ordenada en su amplia declaración, decide pasar a la desaparición de "Elenita", su hermana.
Por la noche del 23 de Febrero de 1977, estaban reunidos en el consultorio odontológico de Norma Estela Campaño de Serra varias personas, entre ellas Elena de la Cuadra, su esposo Héctor Baratti, Pedro Simón Campaño, Eduardo Roberto Bonin, y Fracaroli.
Elena era maestra jardinera y estaba embarazada.
Allí hubo un gran operativo, suben a los techos, ocupan dos o tres casas de al lado, e intiman a que se entreguen: "primero sale mi hermana, después su compañero...". Allí se dedican a "saquear la casa" y, según Adriana Calvo, esa noche llegan a la Comisaría Quinta. Una parte de la patota se los lleva, una cuadrilla se quedó campaneando el barrio ("hicieron una ratonera"), y otro grupo se dispuso a saquear la casa.
Habeas Corpus, en Provincia y en Nación, reuniones con autoridades eclesiásticas, realizaron "fichas" de archivo. Mientras tanto recibían algunos mensajes, ya que estaban detenidos juntos: Roberto José, su hermana Elena, y Baratti. "Llegaban mensajes enviados por Baratti, que decían que Elena había tenido una nena que le habían puesto Ana, nacida el 23 de junio de 77". Hay un testimonio que dijo que el parto fue en la Comisaría Quinta.  También está el testimonio de Fernández, que su hermana Lidia la asistió en el parto; "un  relato muy duro, en Comisaria 5 su relato fue muy duro porque la traían destrozada, humillada, porque la llevaban para violarla".
Hasta allí pudo continuar Estela de la Cuadra. Una mujer signada por la desaparición, la tortura, y la ausencia de sus familiares. Su sobrina Ana sigue apropiada. Su madre "Licha" fundadora de las Madres de Plaza de Mayo junto con "Chicha" Mariani, falleció hace algunos años.  Su hermano, su hermana y su esposo están desparecidos, fueron encontrados los restos de su cuñado, y si casa sigue en manos de represores.
El testimonio de Estela continuará el 7 de Mayo, cuando se retome el juicio.
http://juiciocircuitocampsquerellaabuelas.blogspot.com.ar/2012/04/circuito-camps-comienzan-relatar-la.html
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Clara Anahí MARIANI, nacida el 12 de agosto de 1976, desaparecida el 24 de noviembre de 1976.

Clara Anahí MARIANI


Nacida el 12 de agosto de 1976
Desaparecida el 24 de noviembre de 1976

Madre: Diana TERUGGI
Padre: Daniel MARIANI

El 24 de noviembre de 1976, fuerzas policiales y del Ejército atacaron la casa de sus padres en la ciudad de La Plata. Allí fue asesinada Diana y secuestrada Clara Anahí, quien continúa desaparecida. El padre de la niña fue asesinado en La Plata, el 1º de agosto de 1977.


http://conadi.jus.gov.ar/gsdl/cgi-bin/library?e=d-000-00---0fotos--00-0-0-0prompt-10---4------0-1l--1-es-50---20-about---00001-001-1-0utfZz-8-0&a=d&c=fotos&cl=CL1.13&d=HASH01e464eeb883b24237a9cf8a

Financiamiento

Esta página y todo el trabajo que aquí (y en todo el conjunto de páginas que administro en nombre de la Fundación Saladino), se realiza se financia por completo con el dinero recibido de parte del Estado Nacional Argentino a fines del año 2011 en concepto de reparación monetaria por el secuestro, desaparición, tortura y asesinato de mi padre, Domingo Fortunato Saladino por parte del Terrorismo de Estado en 1978.

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Gustavo Saladino

D.N.I.16.453.320

Hijo de desaparecido y asesinado.
Héroe de la Resistencia Antifascista contra el genocidio cultural del menemismo.
Objetor de conciencia al Servicio Militar Obligatorio hasta su desaparición definitiva lo que me valió verme impedido de ejercer mi derecho cívico al voto entre 1983 y 1995.
Despedido del Estado en 1989 por ser hijo de desaparecido.
Denunciante contra los genocidas ante la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) en 1984.
Co-Denunciante y querellante contra los genocidas de la Fuerza Aérea Argentina y de otras fuerzas de seguridad en la Causa Penal por delitos de lesa humanidad y genocidio Nº 7.273/06 en el área de la Subzona 16, entre muchas otras Causas.
Denunciante en 2011 ante la Justicia Federal argentina del gobierno norteamericano cómplice de los genocidas civiles y militares que desaparecieron y asesinaron a mi padre en 1978.
El primero en el mundo entero, como activista de derechos humanos, en accionar penalmente contra el oligopolio estadounidense destructor de memoria argentina "Google, Inc.", entre otros hechos, por perseguir y espiar ilegalmente ciudadanos dentro de su plataforma "You Tube".
Denunciante de hechos de corrupción de la era "kirchnerista".

Jésica y Cielo (me falta Verónica Fiorito y cartón lleno).

Jésica y Cielo (me falta Verónica Fiorito y cartón lleno).
Yo no fui (y ellas tampoco vinieron nunca. Ja, ja, ja).

Álgebra simbólica

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/25/Oudjat.svg/220px-Oudjat.svg.png

¿Mentir actuando, nene?
¿Tan sofisticaaado?

No se nada de matemáticas, bah.

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"Me muero de frío, estamos enterrados en el barro, no hay comida ni abrigo, el lugar es un desierto porque estoy sin vos". De una carta de un soldado argentino muerto en la Guerra de Malvinas a su novia en Chaco.

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