Las aventuras del "Hámster de la Web" en "El shopping"

Web - hámster decidió dedicar un mediodía a ir al shopping.

Se sentó en el patio de comidas con su tablet - PC.

En la mesa de al lado, varias ratoncitas - web lo miraban y se sonrían amigablemente.

Una de ellas, en particular, le gustó mucho al hámster - web.

Sabía que iba a hacer algo esta vez, e iba a ser espectacular.

Pensó rápido: "un origami de una flor con la servilleta".

Pero luego llegó a la conclusión de que iba a hacer el ridículo porque lo iban a mirar mientras lo confeccionaba y el era torpe, no sabía hacer origamis.

Entonces, se le ocurrió una idea brillante. Buscar en la web, a través de su tablet - PC y la red wi - fi abierta del patio de comidas, consejos sobre como conquistar una "ratoncita - web".

Eso hizo, pero se encontró con un videojuego en red que estaba buenísimo y varios amigos - web a los que no veía hacía mucho.

Ratoncita - web" o videojuego, la alternativa del momento.

"Solamente será un segundo" -pensó para si.

Y empezó a jugar con sus amigos. El juego estaba muy entretenido y la acción le daba harto coraje para declararle su amor a la ratoncita - web de la otra mesa.

Acción, tiros, piñas, intercomunicación, patadas a las puertas; un poco más de todo eso y la tendría en sus redes.

Pasaron algunos minutos, de cuando en cuando veía la sonrisa de la más hermosa ratoncita - web que jamás hubiera visto y volvía a su decisión en la pantalla que le insuflaba energía para hacer lo que fuera.

Pasaron los minutos y varias personas se sentaron cerca de el, algunos incluso miraban por sobre su hombro como dominaba la acción en la pantalla.

En un momento, cuatro o cinco chicos más chicos que el lo miraban dominar la escena por completo. Luego, el pequeño y breve tumulto se deshizo.

Miró hacia la mesa de al lado nuevamente...

"Oh, oh" -le explotó en la cabeza. Las ratoncitas - web (y la suya en particular) ya no estaban.

Se levantó corriendo y empezó a recorrer el shopping con desesperación, a tal punto que ya cerca de la salida lo detuvo un personal de seguridad por su actitud atolondrada, torpe y peligrosa para los muchos niños que paseaban por ahí.

¿Adónde va? -lo interrogaron

Salió colorado del shopping, todos lo miraban. Metió las manos en el bolsillo y encima tuvo que volver a la mesa del patio de comidas porque se había olvidado las llaves.

 

Hecho en Argentina para argentinos

Gracias Chiara: https://www.facebook.com/SitegustabienSinotambien?fref=st

Enlaces

-Las aventuras del "Hámster de la Web" en: "Tutorial para ponerse colorado"